Jorge Castro, decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNSJ, aclaró que no recibieron ninguna comunicación formal sobre la presunta decisión del Gobierno nacional de desactivar el radiotelescopio argentino-chino en El Leoncito.
El decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de San Juan, Jorge Castro, afirmó que no existió ninguna comunicación oficial sobre la supuesta decisión del Gobierno nacional de dar de baja el proyecto del radiotelescopio argentino-chino (CART) previsto para El Leoncito, en Calingasta. La aclaración llegó después de que un medio nacional publicara que el Ejecutivo había frenado la iniciativa.
Castro explicó que se enteraron de la versión mientras preparaban un viaje a Buenos Aires para abordar el problema aduanero que frenó el ingreso de los equipos. “Precisamente estaba por viajar a Buenos Aires para tocar el tema de la Aduana y nos desayunamos con esta noticia”, dijo. Según detalló, en la publicación “hay una mezcla de información, porque mezcla el instrumento que hay en Neuquén con el nuestro”.
El decano remarcó que, hasta el momento, no existió ninguna notificación oficial proveniente de los organismos que deberían intervenir. “Lo que uno hubiese esperado es que la información viniera del CONICET, de la Secretaría de Ciencia de la Nación, de la Secretaría de Políticas Universitarias o de Cancillería, pero no las hay”, señaló. Por eso sostuvo que la universidad decidió no emitir una postura final: “No vamos a emitir opinión hasta que haya una información oficial”.
Castro definió el escenario como “muy triste para la ciencia” y dijo que la situación generó frustración en el equipo. “Da mucha impotencia. Es un escenario muy triste para la ciencia en general”, afirmó. También comentó que el vínculo con el Gobierno provincial se mantuvo sólido, pero condicionado a lo que resuelva Nación: “Ellos seguirán acompañando el proyecto en tanto y en cuanto Nación lo haga”.
El decano distinguió dos posibles respuestas del Gobierno nacional: “Puede ser que no les interese participar y que nos digan ‘arréglense ustedes’, que sería el escenario menos malo”. Sin embargo, advirtió que existe una alternativa más compleja: “También podría darse que el Gobierno nos diga que no les interesa participar, pero que tampoco la universidad pueda hacerlo, y sería una situación nunca antes vista”.
En ese marco recordó que, ante la falta de renovación del convenio y sabiendo que el cargamento llegaría por mar, la universidad firmó un acuerdo unilateral. “Hace dos meses firmamos un acuerdo con el Observatorio Chino, pero lejos de ser la renovación que pretendíamos. Lo hicimos para tener los papeles en orden y tramitar las visas del personal chino”, explicó. Aun así, indicó que persistieron trabas: “Nos han puesto obstáculos para que pueda entrar el cargamento”.
Castro sostuvo que el Gobierno nacional solo podría impedir el avance del proyecto si invocara un argumento de seguridad. “Salvo que tengan alguna cuestión de seguridad nacional, honestamente creo que no las hay”, dijo. Confirmó que los equipos permanecieron en la Aduana: “Los elementos están en la Aduana, por eso estamos viajando a la reunión en Buenos Aires”.
Según publicó Infobae, el Gobierno nacional decidió no renovar el convenio firmado en 2015 entre el CONICET y la UNSJ que habilitaba la instalación del radiotelescopio CART, un proyecto de cooperación tecnológica con la Academia de Ciencias de China. La iniciativa preveía montar en El Leoncito una antena de 40 metros de diámetro con una inversión estimada en 350 millones de dólares, que sería la segunda estación china en el país después de la de Neuquén.
El radiotelescopio apuntaba a sumarse a una red internacional de observación espacial. Sin embargo, el Ejecutivo habría optado por frenar su desarrollo en el marco de una revisión general de los acuerdos estratégicos con China y un mayor alineamiento con los Estados Unidos, que desde hace años expresan preocupación por el posible uso dual —civil y militar— de este tipo de instalaciones.
En paralelo, el Gobierno habría ordenado detener el ingreso de equipos provenientes de China al detectar irregularidades aduaneras, lo que dejó el material retenido en puertos y frenó los avances operativos. La no renovación del acuerdo dejó en suspenso la continuidad del proyecto y abrió un debate sobre soberanía tecnológica, transparencia y la participación de potencias extranjeras en infraestructura científica instalada en Argentina.
Desde la UNSJ insistieron en que la antena tenía fines estrictamente científicos y se enmarcaba en tres décadas de cooperación académica con instituciones chinas. La incertidumbre se profundizó por la falta de comunicación oficial, mientras la universidad aguardaba definiciones sobre el futuro del proyecto.
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