Se trata de un adolescente de 15 años que fue sorprendido por un grupo de al menos tres delincuentes cuando se encontraba solo en su casa.
Tres delincuentes armados irrumpieron a plena luz del día en una vivienda de Santa Lucía y sometieron a un adolescente que estaba solo en el domicilio. El hecho ocurrió el pasado viernes, minutos antes de las 11, en una propiedad ubicada sobre calle Justo José de Urquiza, cerca de Roque Sáenz Peña.
Según informaron fuentes policiales, el joven de 15 años escuchó ladrar a su perra y salió al patio delantero para ver qué ocurría. En ese momento fue sorprendido por un sujeto que lo encañonó con un revólver y lo obligó a ingresar a la vivienda. Ya adentro, lo llevó hasta una habitación, donde lo ató con una corbata y le cubrió el rostro con una gorra para que no pudiera identificar a los asaltantes.
Mientras el chico permanecía maniatado en el vestidor, escuchó las voces de otros dos ladrones que se movían por la casa. Uno de ellos, según relató la víctima, tenía acento extranjero, posiblemente colombiano o venezolano, y exigía saber dónde guardaban el dinero y una supuesta caja fuerte.
Los tres delincuentes recorrieron cada ambiente y se llevaron una gran cantidad de objetos de valor: dos televisores (de 55 y 32 pulgadas), dos consolas PlayStation (3 y 4), una notebook, una cámara digital, dos celulares, una bicicleta rodado 29, siete pares de zapatillas, un anillo de oro, una cartera, un bolso, una mochila y unos 10.000 pesos en efectivo.
El violento atraco duró más de una hora. Los ladrones se vieron obligados a escapar cuando llegó el jardinero de la vivienda. El hombre notó el desorden, ingresó y encontró al adolescente atado dentro del domicilio, por lo que dio aviso inmediato al 911. Afortunadamente, el menor no sufrió lesiones.
Para huir, los delincuentes cortaron la tela del cerco perimetral que colinda con un descampado y escaparon hacia un callejón con salida a la calle Roque Sáenz Peña, aparentemente a bordo de una motocicleta.
La propietaria de la vivienda, de apellido Cabello, se presentó luego ante la Policía y radicó la denuncia. La investigación quedó en manos de la UFI Delitos contra la Propiedad, que calificó el hecho como Robo agravado por el uso de arma de fuego y por ser cometido en poblado y en banda.
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