A pesar de la situación adversa, se espera una leve reactivación con la llegada de las festividades de fin de año.
La industria panadera en San Juan se encuentra en uno de sus momentos más desafiantes de los últimos años. Luis Aguiles, presidente de la Cámara de Panaderos de San Juan, destacó la caída del consumo y el impacto que los costos están teniendo en el sector.
Aguiles manifestó en diálogo con Radio Mil 20 que «hay mucha incertidumbre. El mercado interno no está acompañando y los precios de la harina han sido muy cambiantes». La importación del producto y la alta demanda externa han contribuido a un aumento en los costos que repercute directamente en el precio final del pan.
Según sus declaraciones, el consumo ha disminuido entre un 20% y un 30% en comparación con el año anterior, mientras que los gastos, incluyendo luz, gas y sueldos, han incrementado alrededor de un 20% interanual. Aguiles lamentó que «hoy la gente compra lo justo. Productos básicos como el pan, las tortitas o las facturas están muy quedados», lo que ha llevado a una reducción del 13% en la facturación respecto a otros años.
A pesar de que no se registran cierres masivos de panaderías, el dirigente advirtió sobre negocios que abren y cierran en poco tiempo debido a la falta de ventas. Además, señaló que el fenómeno del pan casero y la venta informal impactan a las panaderías tradicionales: «Es algo que viene desde nuestros abuelos, y en tiempos difíciles mucha gente lo hace para generar un ingreso».
De cara al verano, Aguiles anticipa una disminución en el consumo de productos dulces, aunque confía en una mejora en noviembre y diciembre, meses en los que «la gente se reúne, hay eventos y despedidas de año». Mencionó que diciembre suele ser un mes que equilibra las ventas, las cuales pueden aumentar hasta un 50% en algunas panaderías, aunque esto no es suficiente para compensar las pérdidas anteriores. «Aun así, seguimos apostando al trabajo y a mantener viva la tradición del pan sanjuanino», concluyó.
/DZ