Las nuevas variantes del coronavirus trajeron cambios en la aparición de síntomas de Covid-19: el dolor de garganta, de cabeza, una profusa secreción nasal y tos, son ahora los síntomas más importantes que dan la sospecha de un contagio.
En cambio, la falta de gusto y olfato -que fue la señal inequívoca, cuando apareció la pandemia- y la fiebre, aparecen menos en las personas que se infectan, sobre todo, con las subvariantes de ómicron -BA.4 y BA.5-, que se volvieron predominante, son más contagiosas, y la causa de las nuevas olas de contagios en Estados Unidos y Europa, y también, en el incremento de casos en la Argentina.
Un estudio realizado en el reino Unido, mediante la aplicación Zoe Covid, a cargo de especialistas del King’s College de Londres, sobre 17.500 personas que habían dado positivo, se estableció que la voz ronca, los estornudos, el cansancio y los dolores musculares se encuentran arriba del ranking de síntomas.
Las nuevas subvariantes derivadas de ómicron altamente transmisibles, llamadas BA.4 y BA.5, han ganado terreno y originan buena parte de las nuevas infecciones.