miércoles, octubre 29, 2025
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Con la máquina de 100 toneladas llegando, asoma en San Juan el negocio solar que promete 800.000 paneles anuales y que mira a Estados Unidos

Con un contrato con Neuquén y conversaciones avanzadas con la minería local y provincias vecinas, la futura fábrica de paneles solares sanjuanina apunta a la excelencia en calidad y competitividad para dominar el mercado argentino y convertirse en un importante proveedor fuera del circuito chino.

San Juan está a solo un paso de lograr una meta que busca hace años, que es consolidar su rol como potencia fotovoltaica regional. La esperada puesta en marcha de su fábrica de paneles solares, impulsada por Energía Provincial Sociedad del Estado (EPSE), depende ahora de la llegada y el ensamblaje de la pieza clave: la máquina laminadora, un gigante tecnológico de más de 100 toneladas que actualmente recorre su camino desde el puerto chileno de San Antonio. Este equipo es el último eslabón que falta para iniciar la producción de paneles fotovoltaicos hechos de principio a fin en el predio ubicado en Pocito. Una producción que es todo un nuevo negocio prominente para San Juan.

El edificio original de EPSE (a la izquierda) quedó pequeño al lado de la fábrica de paneles que espera abrir su producción en 2026.

El edificio original de EPSE (a la izquierda) quedó pequeño al lado de la fábrica de paneles que espera abrir su producción en 2026.

El presidente de EPSE, Lucas Estrada, confirmó que el proyecto está «cada vez más cerca». La máquina laminadora es el «corazón de la fábrica» y, a su vez, constituye el «cuello de botella de la capacidad que vamos a tener de fabricación anual», según dijo el funcionario en diálogo con Radio Colón.

Una laminadora de paneles solares es una máquina que une las capas de un panel fotovoltaico aplicando calor y presión para crear una unidad cohesiva y protegida. Su función principal es sellar las células solares dentro de las capas protectoras (como vidrio y encapsulante), asegurando que queden herméticas y duraderas frente a la humedad, el oxígeno y el estrés físico, lo que es fundamental para la longevidad del panel.

El traslado de la laminadora, como contó en exclusiva días atrás TIEMPO DE SAN JUAN, requiere de una operación logística compleja, ya que la máquina es tan grande que viene dividida en siete embarques diferentes que primero recorrieron en barco la distancia entre China y Chile y luego entraron al continente por el puerto chileno de San Antonio, para luego emprender el viaje por tierra hasta San Juan por etapas.

La laminadora para a fábrica de paneles solares en San Juan está llegando por partes a San Juan.

La laminadora para a fábrica de paneles solares en San Juan está llegando por partes a San Juan.

De estos embarques, seis son camiones fuera del estándar, denominados carretones, que superan los 7 metros de ancho, llegando a medir entre 8 y 10 metros, lo que obliga a cortes de tránsito en la carretera, ya que ocupan carril y medio de la calzada. Los envíos vienen desde China (donde se fabricaron las partes) con ingeniería del País Vasco, provista por la cooperativa Mondragón. Actualmente, hay cinco embarques esperando ser desconsolidados en la aduana, y los últimos dos están por salir del puerto de San Antonio.

Según Estrada, una vez que las partes lleguen a San Juan, el proceso de ensamblaje será meticuloso. La semana que viene debería estar llegando el último embarque, y a principios de noviembre se realizaría la desconsolidación. Los técnicos del País Vasco y China arribarán a partir del 15 de noviembre para supervisar y ejecutar el ensamblaje.

Respecto a los plazos de operación comercial, el titular de EPSE explicó la hoja de ruta: «Nosotros esperamos tener toda la línea ya ensamblada antes de marzo para poder empezar las pruebas de producción en marzo y tener la fábrica en funcionamiento para mediados del 2026, ya en operación comercial de la fábrica«. Antes de alcanzar la producción comercial, la línea se someterá a rigurosas pruebas de calidad denominadas FAT 1 y FAT 2, asegurando que se cumplan los estándares de cantidad de paneles por hora y rendimiento exigidos por contrato.

Un producto de tope de gama y capacidad escalable

La fábrica de paneles solares de EPSE, ubicada en Pocito, por dentro.

La fábrica de paneles solares de EPSE, ubicada en Pocito, por dentro.

Una vez operativa, la fábrica comenzará produciendo paneles bifaciales de 620 W. La tecnología adquirida es de «última generación», permitiendo la producción de módulos de muchos tamaños y doble cara , posicionando el producto sanjuanino como «tope de gama» y «muy competitivo».

La capacidad inicial de la fábrica es del orden de 800.000 paneles por año, lo que se traduce actualmente en poco más de 400 MW anuales. Sin embargo, el diseño de la planta permite una expansión ambiciosa. La fábrica fue concebida con la ingeniería necesaria para duplicar la línea de producción en el mismo lugar. El objetivo de mediano plazo es alcanzar una Giga Factory, es decir, una fábrica con una capacidad de 1000 MW por año.

Estrategia de negocio: minería, provincias y el sueño de la exportación

El plan de negocios de EPSE es amplio. Apunta primero al mercado interno sanjuanino y luego a la expansión regional e internacional, basada en la calidad y la competitividad de precios.

En San Juan, los paneles están destinados a la generación distribuida, sirviendo a la industria destinada a hogares y a instaladores locales. Si bien la colocación en casas del IPV es una posibilidad que se ha charlado y se considera una «buena idea» por el ahorro que significa, requeriría una coordinación política y una adecuación de los techos a los estándares necesarios.

A nivel regional, la fábrica ya tiene un contrato vigente con el municipio de Neuquén para un parque de 10 MW. Además, EPSE mantiene «excelente relación» y conversaciones con provincias como Catamarca y Córdoba, dijo Estrada.

El sector minero se presenta como un cliente natural en San Juan. Proyectos como Gualcamayo, Vicuña y Los Azules ya están considerando la instalación de parques solares. Dada la reciente normativa en el Mercado Eléctrico Mayorista, los proyectos mineros tienen la obligación de salir a comprar energía limpia y potencia, asegurando al menos el 80% de esa energía mediante un contrato antes de operar. Estrada está convencido de que los paneles sanjuaninos serán «lo más competitivo de la Argentina» para este sector.

Vender a Estados Unidos

La visión a mediano plazo más importante para EPSE es la exportación, con un foco primario en Estados Unidos. Este objetivo se sustenta en el gran déficit de paneles que tiene el mercado norteamericano, sumado a su necesidad de diversificar proveedores fuera de China, que domina gran parte del mercado.

«El objetivo de mediano plazo, por supuesto, es la exportación y principalmente Estados Unidos, porque la necesidad que tiene el país del Norte de comprar paneles fuera de China es enorme», afirmó Estrada. El presidente de EPSE confía en que la planta sanjuanina está a la altura de los «estándares de calidad que requiere el mercado americano» y que será muy competitiva.

A pesar de la ambición, Estrada se mantiene cauto. La prioridad es «hablar con resultados y hablar con el producto en la mano», lo que probablemente ocurrirá una vez que la fábrica demuestre su funcionamiento hacia mediados de 2026. Mientras tanto, el personal ya empezó a capacitarse con técnicos de Mondragón y de Alemania para asegurar que la línea de producción, pensada para operar en tres turnos, esté cubierta con personal altamente especializado.

/TSJ

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