Se acerca el juicio contra Diego Álvarez, el presunto autor del espeluznante femicidio de Brenda Requena Montaña en julio de 2019. A fin de mes comenzará el debate oral y público.
El albañil albardonero que en un momento denunció como desaparecida a su joven esposa y hasta lloró frente a las cámaras de televisión pidiendo que la encontraran, está acusado de estrangularla, de quemar su cuerpo y enterrarlo en un lugar desolado de Campo Afuera.
La primera audiencia del juicio contra Diego Laureano Álvarez, de 29 años, fue fijada para el lunes 31 de este mes en la Sala I de la Cámara en lo Penal y Correccional de los tribunales de calle Rivadavia. El tribunal será presidido por el juez Miguel Dávila Saffe, acompañado por los camaristas Juan Bautista Bueno y Víctor Muñoz Carpino. La acusación estará a cargo de la fiscal de cámara Marcela Torres y la difícil tarea de la defensa la ejercerán los abogados Alejandro Castán y Alejandro Oliver Montilla.
El crimen se encuadra como un tipo caso de femicidio.
Brenda Montaña Requena tenía 24 años y sus rastros se perdieron el 11 de julio de 2019. Aquel día en horas de la mañana, Álvarez sorprendió a la joven junto a su José Miguel Guajardo en un río seco detrás de la Villa Mallea en Campo Afuera, unos 300 metros al este de la Ruta 40, Albardón.
Según el procesamiento, Álvarez se puso tan violento que atacó con un pedazo de escombro a Guajardo y lo amenazó para que se retirara, por lo que éste escapó sin siquiera buscar ayuda. Brenda quedó con su marido, que a sabiendas que estaban solos, supuestamente la golpeó y la estranguló. Para borrar las huellas y rastros del crimen, envolvió el cuerpo con una membrana para techo y le prendió fuego. Después enterró los restos en el mismo zanjón.
Cuatro chicos que ponían tramperos en la zona, alcanzaron a verlo. Es más, se acercaron y vieron que quemaba algo. Álvarez pidió que se alejaran, incluso les entregó plata que cargaran crédito a un numero de celular y ellos le hicieron caso. Horas más tarde, denunció la desaparición de su esposa en la Seccional 18va, todo para buscar una coartada y cubrirse.
Al día siguiente, la Policía empezó a investigar la desaparición de la joven y en los días posteriores desplegaron un gran operativo de búsqueda. Los medios de comunicación se hicieron eco de la extraña desaparición y Álvarez en todo momento se mostró preocupado. Lo increíble fue que lloró frente a las cámaras de televisión pidiendo por el paradero de su mujer, sabiendo que estaba muerta, según la investigación.
Los chicos que lo vieron prendiendo fuego en el campo, luego se convirtieron en testigos claves y declararon en la Policía. Además, uno de ellos contó que le vio sangre en una mano. Esos datos y el lugar que indicaron permitieron encontrar el cadáver el martes 16 de julio. Para entonces, Álvarez ya estaba detenido.
El hombre nunca confesó el crimen, tampoco dio una versión para exculparse.
En septiembre de 2019, El juez Guillermo Adárvez, del Tercer Juzgado de Instrucción, procesó y dictó la prisión preventiva contra Diego Álvarez por el delito de homicidio doblemente agravado, por el vínculo y por violencia de género.
En la resolución, el magistrado dio por acreditado que el hombre era celoso y la sometía a situaciones de violencia, al punto que no le permitía tener celular o salir, ni siquiera ver a sus familiares. También lo procesó por lesiones leves y coacción en perjuicio del amante de la chica, José Miguel Guajardo.
Ahora deberá responder por esos delito y pueden condenarlo a perpetua.