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Científicos argentinos convierten células de la piel en neuronas para estudiar la epilepsia.

Un equipo de investigadores del Conicet y del Instituto Leloir lograron por primera vez en el país utilizar una técnica llamada reprogramación celular para «convertir» células de la piel en células madre y luego éstas en neuronas para estudiar sus características en dos mujeres con epilepsia benigna de la infancia, lo que a futuro puede permitir el desarrollo de tratamientos, se informó oficialmente.
«Para entender lo que es la reprogramación celular hay que comprender primero qué es una célula madre. Una célula madre da origen a distintos tipos celulares. Por ejemplo, hay células madre en la piel, que después dan origen a las células específicas de la piel, pero también hay células madre embrionarias que surgen de la fusión del espermatozoide con el óvulo que después dan origen a todas las células del cuerpo«, explicó a Télam el bioquímico e investigador de Conicet Fernando Pitossi, líder de la investigación.
Pitossi, jefe del Laboratorio de Terapias Regenerativas y Protectoras del Sistema Nervioso de la Fundación Instituto Leloir (FIL), indicó que «cada célula madre tiene potencias (de ser neurona, de ser piel, por ejemplo) y las embrionarias tienen la potencia de poder ser cualquier tipo de célula».
«La reprogramación celular es un proceso que se hace en el laboratorio, por el cual se toma una célula adulta -por ejemplo de la piel- y se la hace volver atrás y recuperar el potencial de poder ser cualquier tipo de célula, o sea se la ‘convence’ de que recupere la potencialidad que tiene la célula madre embrionaria», describió.
La técnica fue descubierta por el científico japonés Shinya Yamanaka, quien en 2012 ganó el Premio Nobel de Medicina y Fisiología.
En el estudio liderado por Pitossi, y publicado en la revista Stem Cell Research and Therapy «se utilizó el proceso de reprogramación para estudiar la enfermedad de dos pacientas que tienen epilepsia focal benigna de la infancia«.
«Lo que se hizo fue tomar células de la piel de estas pacientas que son hermanas y de una tercera hermana y la madre que no tienen síntomas (que se toman como células sanas de control para comparar); esas células de la piel se reprogramaron para que sean células madre y a esas células madre se las ‘convenció’ de que fueran neuronas», explicó.
Y continuó: «Dicho de otro modo, a partir de células de la piel pudimos hacer neuronas de las pacientas y de sus familiares sanas«.
El investigador -quien en 2019 fue incorporado a la prestigiosa Organización Europea de Biología Molecular (EMBO, según sus siglas en inglés)- detalló que lo que encontraron a partir del estudio fue que «las células de las pacientes con epilepsia tenían características diferentes de las células de los controles sanos (sus familiares)«.
«Por ejemplo – sostuvo- las células de las pacientas tienen mucho más corta una parte de la neurona que sirve para conectar una neurona con otra; tienen propiedades más excitables, es decir que, frente a un estímulo menor, se activan, y también tienen características de neuronas inmaduras, es decir que todavía no terminan de ser neuronas«.
El objetivo de este tipo de trabajos es «estudiar en el laboratorio las células de un paciente, en este caso las neuronas, para entender por qué se puede originar una enfermedad, aquí es la epilepsia focal benigna de la infancia, cuáles son las características de las células y tratar de encontrar un tratamiento que corrija lo que vemos diferente entre las células de los pacientes y las células normales«, dijo.
Según informó la agencia CyTA-Leloir, el estudio también fue dirigido por Marcelo Kauffman, del Hospital Ramos Mejía y del Instituto de Investigaciones en Medicina Traslacional que depende de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral y del Conicet, quien estuvo a cargo de la parte clínica de la investigación.
Los primeros autores del estudio son Mariana Casalía y Juan Cruz Casabona, del Conicet y del Instituto Leloir; y también participaron Corina García, Verónica Cavaliere Candedo, María Isabel Farías y Joaquín González, del Conicet y del Instituto Leloir; Dolores Gonzalez Morón, Marta Córdoba y Damián Consalvo, de las mismas instituciones que Kauffman.
Además fueron parte del trabajo Lorena Rela y Gustavo Murer, de la Facultad de Medicina de la UBA y del Instituto de Fisiología y Biofísica Bernardo Houssay (UBA Conicet); Juana Pasquini de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA; Juan Francisco Urbano, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IUBA-Conicet), Gustavo Mostoslavsky, de la Universidad de Boston y Ramiro Quintá, del Laboratorio de Medicina Experimental «Dr. Jorge E. Toblli» en el Hospital Alemán, en la ciudad de Buenos Aires.
Este trabajo se desarrolló con fondos del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación y de la Fundación René Barón.

Sociedad TV BRICSCiencia & Tecnología
Día de la Cosmonáutica 2025: cómo los países BRICS construyen un futuro más allá de la Tierra

Cada 12 de abril, el mundo recuerda la primera llegada de la humanidad al espacio. En 1961, el cosmonauta ruso Yuri Gagarin no solo orbitó la Tierra, sino que marcó el inicio de una nueva era, en la que los vuelos espaciales se convirtieron en una cuestión de tiempo, avances tecnológicos y voluntad humana. Hoy, las aspiraciones de ir más allá del planeta también se fortalecen en las naciones del Sur Global. En el seno del grupo BRICS ha surgido una visión particular del espacio exterior: una perspectiva pragmática y basada en la cooperación internacional

Rusia con razón es considerada pionera del espacio. El vuelo de Gagarin en 1961 marcó el inicio de una nueva era para toda la humanidad. Dos años después, Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer en el espacio. Estas figuras simbólicas siguen siendo hasta hoy una base cultural para toda la cosmonáutica mundial.
Asimismo, India abrió su camino al espacio en 1984, cuando Rakesh Sharma viajó a la órbita como parte de una tripulación soviética. Hoy en día, el país lanza satélites de forma autónoma, desarrolla misiones a Marte y se prepara para iniciar su propio programa espacial tripulado. Esto representa no solo un crecimiento tecnológico, sino también un motivo de orgullo: en 2024 el país celebró por primera vez el Día Nacional del Espacio

China avanza por su propia ruta, apoyándose en recursos internos y una planificación a largo plazo. En 2003, Yang Liwei se convirtió en el primer astronauta de la República Popular China, dando inicio a una serie de lanzamientos exitosos, incluida la creación de una estación orbital. Más tarde, Wang Yaping se convirtió en la primera mujer en formar parte de su tripulación.

Así pues, los Emiratos Árabes Unidos se convirtieron en el primer país árabe en enviar a su propio astronauta. En 2019, Hazzaa Al-Mansoori pasó ocho días en la Esptación Espacial Internacional (EEI), y en 2021, los Emiratos lanzaron la misión a Marte «Hope»: la sonda entró en la órbita del Planeta Rojo y transmite datos científicos.
De modo similar, Brasil inició su camino gracias a la cooperación internacional. En 2006, Marcos Pontes viajó al espacio en la nave rusa «Soyuz». Esto no fue solo un logro personal, sino un punto de partida para el desarrollo del programa nacional. Hoy el país se enfoca en tecnologías satelitales y monitoreo ecológico remoto.
Sudáfrica participa activamente en startups espaciales internacionales y en el desarrollo de sistemas satelitales. El ingeniero Timothy Nash representa a una nueva generación de especialistas técnicos, mientras que la Agencia Nacional Espacial Sudafricana (SANSA) trabaja en la creación de un sistema de observación terrestre por satélite.
Egipto también fortalece activamente su presencia en el espacio a través del trabajo de la agencia nacional EGSA, que apuesta por la creación de infraestructura espacial regional. Entre los especialistas clave se encuentran el ingeniero Adel Shawky, quien participó en la creación de los satélites EgyptSat, y Noura Al-Matari, una joven científica que trabaja en tecnologías satelitales y desarrolla colaboraciones científicas internacionales.
Etiopía comenzó su trayectoria con un objetivo práctico: meteorología y agricultura. En 2016 se creó el Instituto Etíope de Ciencia y Tecnología Espacial. En 2019, el país lanzó su primer satélite. Para Etiopía, como para muchos países del Sur Global, el espacio es ante todo una herramienta para resolver problemas terrestres: gestión del agua, previsión de cosechas, monitoreo climático.
Cuando el futuro ya está cerca: inteligencia artificial, cooperación y espacio
En medio del avance tecnológico, cada vez se plantea más la pregunta: ¿cuál es el papel del ser humano en el espacio del futuro? El empresario tecnológico ruso Ruslán Ajtiamov considera que la inteligencia artificial ya desempeña un rol clave en las misiones espaciales.
«Los rovers deciden por sí mismos adónde ir. Los telescopios analizan montañas de imágenes. Sin la inteligencia artificial, los científicos simplemente se ahogarían en datos», dijo en una conversación con TV BRICS.
Ajtiámov añadió que en los países que integran los BRICS también se están desarrollando activamente estas tecnologías: en Rusia, en el programa lunar; en China, en la estación orbital; en India y en la misión a Marte. En los próximos años, la IA se convertirá en un miembro indispensable de la tripulación, aunque la decisión en situaciones críticas seguirá siendo humana
¿Y qué hay de la nueva economía espacial? Esta es la pregunta que se plantean en Irán. El director del Instituto Iraní de Investigaciones Espaciales, Vahid Yazdanyan, en un reportaje de Mehr News Agency, socio de TV BRICS, subraya: el espacio es un sector que requiere inversión y cooperación internacional.
«Nuestros especialistas trabajan con entrega. Debemos crear para ellos las mejores condiciones, desarrollar infraestructura, estándares e interacción con el sector privado», señaló y enfatizó que uno de los principales objetivos para el futuro es construir un ecosistema propio de la industria espacial, con énfasis en tecnología, personal y desarrollo sostenible.
Fotografía: histrf.ru / iStock / CCTV / russianemirates.com
@TVBRICS
Política & Economía Ciencia & Tecnología
La inteligencia artificial que está cambiando el negocio de las PyMEs sin que nadie se dé cuenta

En un contexto donde las PyMEs buscan adaptarse a la era digital sin desangrar sus presupuestos, la inteligencia artificial aparece como la gran aliada para optimizar procesos, reducir costos y mejorar la atención al cliente.
La transformación digital ya no es un lujo exclusivo de las grandes corporaciones. Cada vez más pequeñas y medianas empresas están incorporando tecnologías que les permiten automatizar tareas, mejorar la experiencia del cliente y potenciar sus ventas. En este escenario, los chatbots y agentes inteligentes juegan un papel clave, ofreciendo una solución accesible y escalable para atender consultas, gestionar ventas y hasta realizar cobranzas.
Para entender mejor cómo funciona esta tecnología y de qué manera puede aplicarse a las PyMEs, en «La Red» entrevistaron a Guillermo Loureiro, gerente de innovación de Owibot, empresa que desarrolla agentes inteligentes personalizados.
La revolución de los agentes inteligentes
«Uno de los caminos que proponemos desde Owibot es la incorporación de un agente inteligente o chatbot para todo lo que es la línea de atención: postventa, preventa, soporte y hasta la parte administrativa. Esto permite no solo captar nuevos clientes, sino también ordenar los procesos internos», explica Loureiro.
En palabras sencillas, un agente inteligente es un software de inteligencia artificial que se encarga de responder consultas, interactuar con clientes y gestionar procesos de forma automática. «Es como si tuvieras un empleado digital que trabaja 24/7, sin enfermarse ni pedir aumentos», grafica el especialista.
A diferencia de los chatbots tradicionales que funcionan con respuestas predefinidas, los agentes inteligentes de Owibot tienen capacidad conversacional y pueden responder con información específica de cada empresa. «Se nutren del sitio web, archivos y documentos que la PyME nos proporciona, como si los estuviéramos capacitando. Con esa información, pueden dar respuestas precisas y personalizadas a cada cliente», detalla Loureiro.
Del zapatero al hospital: una solución para todos
El uso de esta tecnología no está limitado a un sector específico. «Desde un shopping hasta una empresa de corrugados, desde un hospital que gestiona turnos hasta una telco que ofrece soporte técnico, cualquier rubro puede beneficiarse», afirma el experto.
En el caso de un comercio, por ejemplo, un chatbot puede responder consultas sobre productos, precios y disponibilidad, gestionar ventas y hasta enviar recordatorios de pago. «Si un cliente pregunta por un par de zapatos rojos talle 42, el bot accede a la información de stock y le responde en el acto. Si la empresa tiene un CRM o un ERP como Neuralsoft o MyLogic, el agente inteligente puede integrarse y brindar datos sobre pagos pendientes o historial de compras», ejemplifica Loureiro.
Una inversión que se paga sola
Uno de los grandes mitos sobre la inteligencia artificial es que su implementación es costosa e inaccesible para las PyMEs. Sin embargo, según Loureiro, «la puerta de entrada es muy baja y la inversión se paga sola».
«Podés arrancar con un plan básico desde 37 dólares mensuales. Si tu negocio crece y necesitas atender más consultas o sumar más usuarios, el costo se ajusta según el volumen de conversaciones, con tarifas de centavos de dólar por interacción», explica. Y agrega un dato contundente: «La implementación de esta tecnología puede aumentar las ventas hasta un 25% simplemente por mejorar la velocidad de respuesta y la calidad de atención».
El futuro del comercio es conversacional
Cada vez más consumidores prefieren interactuar con negocios a través de WhatsApp, Instagram o Facebook en lugar de llamar por teléfono o enviar un mail. «Si no respondés rápido, perdés la venta. Un chatbot permite contestar de inmediato, en cualquier momento del día y sin saturar a tu equipo humano», destaca Loureiro.
La inteligencia artificial no solo está transformando la atención al cliente, sino también la manera en que las empresas gestionan su relación con los consumidores. «Ya no es cuestión de si hay que implementar estas tecnologías, sino de cuándo lo vas a hacer para no quedarte atrás», concluye.
/EnOrsai
San JuanEducaciónCiencia & Tecnología
Preinscripciones abiertas para la Diplomatura en Producción de Indumentaria 2025

27/12/2024
Preinscripciones abiertas para la Diplomatura en Producción de Indumentaria 2025
La Diplomatura de Extensión Universitaria en Sostenibilidad
Aplicada a la Producción De Indumentaria (SAPDI), abre sus inscripciones
para el ciclo 2025.
Esta diplomatura en SAPDI brinda herramientas clave para
desarrollar diseños responsables con el medio ambiente, y depende de la
Facultad de Arquitectura,
UNSJ/
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