José Antonio Kast que felicitó a Milei por su elección, manifestando su cercanía con otros dirigentes de la derecha extrema como Bolsonaro, Trump, el italiano Salvini o el polaco Duda y que reivindica la dictadura pinochetista a la que considera un «gobierno militar», tiene claras ventajas para el balotaje frente a Boric, el candidato del bloque de izquierda Gabriel Boric.
Luego del estallido social de octubre del 2019 y el plebiscito para cambiar la constitución con una aprobación del 78% junto al giro a la izquierda que envolvía a Chile terminó de completarse durante las elecciones de mayo de este año, cuando los sectores progresistas consiguieron 15 de las 16 gobernaciones regionales y además se apropiaron de la mayoría de los escaños en la novedosa Convención Constituyente.
¿Qué decía la lógica? Que la tendencia envolvería también la elección presidencial del pasado domingo 21 de noviembre, beneficiando al candidato del bloque de izquierda Apruebo Dignidad, Gabriel Boric. Sin embargo, el abanderado del Partido Republicano (ultraderecha), José Antonio Kast, se impuso y ambos deberán medirse en la segunda vuelta presidencial del 19 de diciembre.
La analista política chilena Javiera Arce manifestó a la agencia Sputnik que «Kast supo leer algo que ni la izquierda ni la centroizquierda supimos, que los chilenos se habían aburrido del octubrismo (NdR: en referencia al estallido del octubre del 2019). De hecho, octubre ya se murió».
La analista señaló que el estallido social «no era algo tan fundamental para la gente como se creía, a diferencia de los temas que sí le importan como la seguridad, la migración y terminar con las protestas. Nosotros apuntamos a los cambios profundos y él le habló directamente a la gente con un discurso de manual y les dio certezas».
Arce fue más allá y advirtió que Boric no tiene ninguna posibilidad de ganar en segunda vuelta. «Aunque toda la izquierda y la centroizquierda nos unamos, ellos tienen más votos. Hay cosas en el relato de la izquierda que no están entrando en la ciudadanía, como el feminismo y el pañuelo verde, consignas que quedaron relegadas a la Plaza Ñuñoa», afirmó, mencionando con algo de ironía el lugar de la capital donde se dice que habita el sector acomodado del progresismo.
Siete candidatos compitieron en la elección presidencial: Kast, que logró 27,9% de los votos, y Boric, con 25,8% pasaron a la segunda vuelta del 19 de diciembre.
Fuera de competencia quedaron: Franco Parisi, del Partido de la Gente (centroderecha), con 12,8%; Sebastián Sichel, del bloque oficialista Chile Podemos Más (centroderecha), con 12,7%; Yasna Provoste, del partido Demócrata Cristiano (centroizquierda), con un 11,6%; Marco Enríquez-Ominami, del Partido Progresista (izquierda), con 7,6%, y Eduardo Artés, del Partido Unión Patriótica (izquierda), con 1,4%.
La suma de toda la centro izquierda estaría alrededor del 46%.
Otra manera de posicionar la brújula política de Kast es ir directamente a su programa de Gobierno, donde se pueden encontrar las siguientes propuestas:
1. Dotar al presidente de la República para que, en estado de emergencia, pueda tener la facultad de interceptar, abrir o registrar documentos y toda clase de comunicaciones y arrestar a las personas en sus propias moradas o lugares que no sean cárceles ni estén destinadas a la detención.
2.Derogar la ley que beneficia a quienes fueron exonerados durante la dictadura y acotar los beneficios a quienes sufrieron violaciones a los derechos humanos.
3.Derogar la ley de aborto.
4.Crear una coordinación internacional anti radicales de izquierda.
5. Aunque la más llamativa es, sin dudas, la zanja. Kast propone gastar más de 10 millones de dólares para cavar un foso en la frontera norte del país, con el objetivo de evitar el ingreso de migrantes por pasos no habilitados. «Es una medida de extrema derecha, que se acerca al fascismo», señaló a CNN Chile el candidato del Partido Progresista (izquierda), Marco Enríquez-Ominami.
