Sociedad Sucesos
Caso Chocobar: Recibió una condena a dos años de prisión en suspenso.

El Tribunal Oral de Menores 2 de la Capital Federal condenó a 2 años de prisión en suspenso al policía Luis Chocobar, acusado de matar por la espalda a Juan Pablo Kukoc, un asaltante que en 2017 apuñaló a un turista estadounidense en el barrio porteño de La Boca. Además, se le aplicaron cinco años de inhabilitación para ejercer como policía.
Se trata de la pena más baja por el delito de «homicidio con exceso en el cumplimiento de un deber«, aunque, por el momento, no irá a prisión. Además, el acusado fue inhabilitado por 5 años para ejercer en las fuerzas de seguridad.
«Cumplí con mi deber» fueron las últimas palabras ante los jueces del policía que le puso nombre a la “doctrina Chocobar” del gatillo fácil, avalada por Mauricio Macri y Patricia Bullrich. En su alegato, la defensa del policía, a cargo de Fernando Soto, insistió en que Kukoc intentó agredir al policía y que éste actuó en «legítima defensa».
Según su versión, cuando Kukoc huía hizo un giro y se abalanzó sobre Chocobar, fueron en esas circunstancias, que duraron «una fracción de segundos», que se produjeron los disparos que causaron la muerte al asaltante. Según Soto, los disparos fueron «de frente», pese a lo cual el ingreso por la parte posterior del cuerpo se debió a que Kukoc giró sobre su eje para continuar la huida.
La fiscal Susana Pernas había pedido que se lo condenara a 3 años de prisión en suspenso por «homicidio agravado por haber sido cometido con un arma de fuego en exceso del cumplimiento del deber».
En tanto que la querella representante del ladrón muerto pidió prisión perpetua por «homicidio agravado por haber sido cometido por un funcionario de policía con abuso de sus funciones».
Por otro lado, el joven imputado que escapó después del delito, que tenía 17 años al momento del hecho, fue condenado a 9 años de prisión por tentativa de homicidio crimins causa y tentativa de robo. La Fiscalía había pedido 18 años de cárcel y su abogado defensor, Albino Stefanolo, había solicitado la absolución.
Al salir de los tribunales de Comodoro Py, en Buenos Aires, el efectivo condenado fue recibido por Patricia Bullrich, la exministra de Seguridad del Gobierno de Mauricio Macri.
Bullrich abrazó a Chocobar y luego cuestionó la sentencia.
«Actuó como policía y lo condenan. Esto paraliza a la institución y le resta seguridad a los 43 millones de ciudadanos«, señaló la exfuncionaria en diálogo con la prensa.
El asalto al turista estadounidense ocurrió el 8 de diciembre de 2017 a pocos metros de Caminito, en La Boca, por donde la víctima paseaba a pie con su cámara fotográfica y fue interceptada y apuñalada con fines de robo por dos delincuentes, el menor de edad y Kukoc. Tras el ataque, ambos asaltantes salieron corriendo, pero mientras uno logró escapar, Kukoc fue interceptado por dos transeúntes que habían visto el ataque.
Instantes después, llegó al lugar Chocobar, de la Policía Local de Avellaneda, quien se identificó y, según declaró luego, le pidió que se detenga, tras lo cual efectuó disparos, dos de los cuales alcanzaron a Kukoc en el muslo izquierdo y el mortal, en la zona de la baja espalda.
En 2018, en medio de la polémica que rodeaba al hecho, el oficial de la fuerza municipal de Avellaneda fue felicitado y recibido por el entonces presidente Mauricio Macri en la Casa Rosada, mientras que Bullrich, quien lo defendió desde el primer momento, lo visitó en su casa y lo invitó a su despacho para agradecerle por su accionar.


A 11 años de la denuncia sobre el ocultamiento de los maltratos y las muertes de niños en albergues católicos para madres y embarazadas no casadas, Irlanda se prepara para desenterrar a las víctimas.
Este lunes en Irlanda comenzaron los preparativos para exhumar 796 niños y bebés de una fosa común descubierta hace más de 10 años en donde funcionaba un antiguo albergue religioso para madres solteras y embarazadas no casadas cerca de Dublin.
Los desentierros comenzarán a realizarse desde el próximo mes de julio, pero el tema ya tiene más de 10 años en la agenda pública local. Es que en 2014 la historiadora irlandesa Catherine Corless comprobó que muchos niños (desde recién nacidos hasta los 9 años) fallecieron en el albergue religioso Santa María del Buen Socorro de Tuam, en la ciudad de Galway, a 200 kilómetros de la capital del país europeo.
La búsqueda comenzada por Corless certificó que los cuerpos habían sido enterrados en la antigua fosa séptica de la institución. A pesar de la destrucción en 1972 de este espacio que trabajaba con madres embarazadas no casadas, la fosa séptica se mantuvo intacta en las últimas décadas.
Los primeros datos
Luego de la alarma encendida por la historiadora, se encontraron restos de bebés humanos allí entre 2016 y 2017. Por este motivo el gobierno irlandés llamó a la creación de una comisión nacional de investigación que develara los maltratos contra las madres y sus niños causados en estos hogares.
Los resultados de la comisión fueron expuestos en 2021 y destacaron que había niveles «alarmantes» de mortalidad infantil en este tipo de albergues. Estas instituciones existieron en Irlanda desde 1922 a 1998, por ellas pasaron 56 mil mujeres y 57 mil niños y fallecieron 9000 chicos.
Las mujeres embarazadas por fuera del matrimonio eran enviadas a estos hogares por pedido del Estado nacional irlandés y de la Iglesia Católica, que eran los mismos que gestionaban estos espacios. En estos lugares las mujeres daban a luz a sus hijos y luego eran separadas de ellos, quienes finalmente eran dados en adopción.
«Cuando comencé este proyecto nadie me quería escuchar. Suplicaba: saquen a los bebés de estas cañerías, hay que ofrecerles el entierro cristiano digno que se les negó» explicaba Corless, la historiadora irlandesa de 71 años.
La historia del terror irlandés
El lugar sobre el que Catherine Corless encontró los cientos de certificados de defunción era llamado «El Hogar», fue dirigido desde 1926 hasta 1961 por las monjas de la hermandad Bon Secours y pretendía recibir a las madres solteras que necesitaran ayuda.
Sin embargo, la historiadora argumentaba ya en 2014, año en que comenzó a descubrirse esta verdad, que el gobierno de Irlanda ocultaba al menos 4000 certificados de defunción de los bebés que pasaron por este albergue y que fueron enterrados en fosas sin identificar. Si bien se habían descubierto restos humanos en ese lugar en 1975, no fue hasta la denuncia de Corless que se relacionaron ambos hechos.
En los documentos a los que accedió la historiadora ya se advertía que la mayor parte de la mortalidad infantil encontrada había ocurrido por tuberculosis, infecciones, partos prematuros y defectos de nacimiento. Sin embargo, una inspección gubernamental de 1944 ya había destacado la malnutrición en varios de los 271 chicos que habitaban el lugar junto a sus 61 madres solteras.
Además, cabe aclarar que estos no habrían sido los únicos maltratos que tuvieron lugar en estos centros religiosos. Algunas monjas emprendieron un camino de negocios privados, como el de las Lavanderías de la Magdalena, que funcionaron entre 1922 y 1996, donde varias mujeres padecieron un régimen de semiesclavitud y abusos.
Un informe oficial del 2013, año anterior al de los primeros descubrimientos de Corless, indicaba que las principales causas por las que las madres solteras acudían a estos lugares eran el rechazo de padres adoptivos, abusos familiares, deficiencias físicas o psíquicas, actitudes «inmorales», pobreza y orfandad.
Si bien en su momento los líderes religiosos de Galway negaron conocer lo sucedido y se comprometieron a recaudar fondos para homenajear a los 796 bebés fallecidos con un monumento, el único que fue certero en sus dichos había sido el arzobispo de Dublin, Diarmuid Martin.
El responsable de la arquidiócesis de Dublin advirtió que “si no se establece una investigación sobre las cuestiones de gran preocupación que rodean este asunto, será importante que se desarrolle un proyecto de historia social que ofrezca una imagen precisa del papel desempeñado por esas casas de acogida”.
/P12

Un avión de pasajeros se estrelló en una zona residencial cercana al aeropuerto de la ciudad de Ahmedabad en la India, informó el portal de noticias ‘ABP’. De acuerdo con autoridades locales, unos 242 pasajeros estaban a bordo. Según reportes, más de 100 personas se fallecieron.
El Boeing 787 Dreamliner siniestrado llevaba más de 200 personas a bordo, reportó la cadena NDTV. El avión, que supuestamente pertenece a la compañía Air India, realizaba un vuelo de Ahmedabad a Londres, pero se estrelló durante el despegue, detalló.
Según datos preliminares, al menos 133 personas murieron en el accidente aéreo. Hay sobrevivientes del accidente, informa el canal NDTV, publicando videos de las víctimas llegando al hospital.
Ente las víctimas mortales podrían estar más de 20 estudiantes, ya que la aeronave cayó sobre el techo de una residencia para médicos, precisa la agencia de noticias ANI.
«Se cree que más de 20 estudiantes murieron en un accidente aéreo en Ahmedabad. El avión se estrelló contra el edificio de la residencia de la Facultad de Medicina BJ», escribe la publicación.
Las autoridades de aviación indias confirmaron que 242 personas, entre ellas dos pilotos y 10 miembros de la tripulación, se encontraban a bordo. Los pilotos hicieron una llamada de auxilio al control aéreo, poco después del despegue, indicaron.
«Había un total de 242 personas a bordo del avión, incluidos dos pilotos y 10 miembros de la tripulación. El vuelo estaba comandado por el capitán Sumeet Sabharwal y el primer oficial Clive Kundar. El capitán Sumeet Sabharwal es teniente coronel, con 8.200 horas de vuelo. El copiloto tenía 1.100 horas de vuelo», informaron.
Mientras tanto, la empresa Air India confirmó que la aeronave accidentada le pertenece. A bordo del avión viajaban 169 indios, 53 británicos, siete portugueses y un canadiense, detalló la aerolínea.
La señal del avión estrellado desapareció «menos de un minuto» después del despegue, precisa el portal Flightradar24.
/Sputnik
Sociedad Sucesos
Picada mortal de Ruta 40: las cámaras del CISEM muestran la carrera ilegal y cómo pasa en rojo la conductora del auto

La mujer que chocó con el motociclista Máximo Tanten, Natalia Colquer, será investigada por homicidio culposo agravado. Mientras que el otro motorista, Ezequiel Garay, por realizar picadas ilegales con la víctima fatal.
Un vídeo de las cámaras del CISEM confirma lo que los investigadores venían sospechando de la tragedia en calle Mendoza y calle 10 en Pocito. Esta tragedia ocurrió en medio de una picada ilegal. Dos personas quedaron en la mira de la Justicia: Natalia Colquer por el delito de homicidio culposo agravado por pasar en rojo. Mientras que, Ezequiel Garay, por hacer picadas ilegales.
Además de confirmar que se hacía una carrera ilegal, las cámaras también muestran que Colquer (conductora del Honda Fit) pasa el semáforo en rojo, es decir, que paso en un momento que no debía hacerlo.
/SJ8
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