Durante la mañana de este lunes, se desarrolló la primera audiencia por el juicio por el asesinato de la joven albardonera Brenda Requena Montaña.
El imputado, y pareja de la víctima, Diego Laureano Álvarez, estuvo presente vía videoconferencia desde el Servicio Penitenciario Provincial. El hombre decidió declarar y, entre otras cosas, confesó que ese 11 de julio de 2019, luego de verla con otro hombre, la estranguló y la asesinó.
La audiencia se llevó a cabo en la Sala Primera de la Cámara Penal, la que estuvo compuesto por los tres jueces: Víctor Hugo Muñoz Carpino, Miguel Ángel Dávila Saffe y Juan Bautista Bueno.
Además del tribunal, en la sala estuvo presente la fiscal Marcela Torres, la querella, a cargo de Filomena Noriega y la defensa de Álvarez, a cargo de los abogados Alejandro Castán y Alejandro Oliver Montilla.
La declaración de Álvarez no fue extensa ya que dijo estar «muy nervioso», incluso, no contó que, tras asesinarla, incineró su cuerpo porque «no se acordaba«. Tras su testimonio, los camaristas dieron lugar a las preguntas de la querella y Fiscalía.
Noriega insistió sobre la aparición quemada de Brenda y le consultó por qué la hallaron de esa manera. Álvarez volvió a contestar que no lo recordaba y que tampoco se acordaba de haber visto pasar a unos niños cuando prendía fuego el cuerpo de su pareja.
Por otro lado, la querella le consultó por qué dijo a la prensa que no sabía dónde estaba su pareja y que la estaba buscando cuando ya la había matado. El hombre respondió que, en ese momento, estaba muy nervioso y fue lo primero que se le ocurrió decir, por otro lado, también afirmó que la hermana de Brenda, Laura Requena, le contó que le era infiel con Guajardo y que eso lo tenía mal.
Al parecer, la estrategia de la defensa será probar que Álvarez actuó en «emoción violenta», teniendo como pretexto que sabía que su esposa lo engañaba con Guajardo, con el que lo vio minutos antes de asesinarla. De esa manera, buscarán reducir la pena. La imputación actual, femicidio, lo llevaría a la prisión perpetua.
El juicio continuará el martes en la mañana.
En la segunda audiencia irán a declarar la hermana de Brenda, Laura Requena, el amante de Brenda, José Miguel Guajardo, y los niños que lo vieron a Álvarez cuando presuntamente quemaba el cuerpo de su pareja cerca de un río seco en Villa Mallea, en Campo Afuera, localidad de Álbardon.
Femicidio.
Brenda Montaña Requena tenía 24 años y sus rastros se perdieron el 11 de julio de 2019. Aquel día en horas de la mañana, Álvarez sorprendió a la joven junto a su José Miguel Guajardo en un río seco detrás de la Villa Mallea en Campo Afuera, unos 300 metros al este de la Ruta 40, Albardón.
Álvarez se puso tan violento que atacó con un pedazo de escombro a Guajardo y lo amenazó para que se retirara, por lo que éste escapó sin siquiera buscar ayuda. Brenda quedó con su marido, que a sabiendas que estaban solos, supuestamente la golpeó y la estranguló. Para borrar las huellas y rastros del crimen, envolvió el cuerpo con una membrana para techo y le prendió fuego. Después enterró los restos en el mismo zanjón.
Cuatro chicos que ponían tramperos en la zona, alcanzaron a verlo. Es más, se acercaron y vieron que quemaba algo. Álvarez pidió que se alejaran, incluso les entregó plata para que cargaran crédito a un número de celular y ellos le hicieron caso. Horas más tarde, denunció la desaparición de su esposa en la Seccional 18va, todo para buscar una coartada y cubrirse.
Al día siguiente, la Policía empezó a investigar la desaparición de la joven y en los días posteriores desplegaron un gran operativo de búsqueda. Los medios de comunicación se hicieron eco de la extraña desaparición y Álvarez en todo momento se mostró preocupado. Lo increíble fue que lloró frente a las cámaras de televisión pidiendo por el paradero de su mujer, sabiendo que estaba muerta, según la investigación.
Los chicos que lo vieron prendiendo fuego en el campo, luego se convirtieron en testigos claves y declararon en la Policía, además, uno de ellos contó que le vio sangre en una mano. Esos datos y el lugar que indicaron permitieron encontrar el cadáver el martes 16 de julio. Para entonces, Álvarez ya estaba detenido.
El hombre nunca confesó el crimen, tampoco dio una versión para exculparse.
En septiembre de 2019, el juez Guillermo Adárvez del Tercer Juzgado de Instrucción, procesó y dictó la prisión preventiva contra Diego Álvarez por el delito de homicidio doblemente agravado, por el vínculo y por violencia de género.
En la resolución, el magistrado dio por acreditado que el hombre era celoso y la sometía a situaciones de violencia, al punto que no le permitía tener celular o salir, ni siquiera ver a sus familiares.
