miércoles, octubre 15, 2025
InicioSociedad ¡Calor récord! Argentina atraviesa el verano más duro de su historia.

¡Calor récord! Argentina atraviesa el verano más duro de su historia.

El país registra las temperaturas más altas de marzo en casi 120 años. Con cortes de electricidad que afectan a cientos de miles de usuarios y una sequía que profundiza las complicaciones económicas del país, el comienzo del 2023 pone en el centro de la escena la agenda climática. ¿Las temperaturas extremas llegaron para quedarse?

La ciudad de Buenos Aires se convirtió en un infierno. Tras 14 días consecutivos de temperaturas superiores a los 32 grados, la capital nacional sufre la ola de calor más larga de la que se tenga registro. La situación se replica en todo el país, donde se percibió el verano más cálido desde 1961, reflejado en una sequía récord que azota a la producción agropecuaria.

Según el Servicio Meteorológico Nacional, el 11 de marzo Buenos Aires superó los 38,5 grados de temperatura, la más alta para este mes en la historia. Al día siguiente, las autoridades reportaron una mínima de 28 grados, también récord absoluto que supera a los años previos.

El tórrido verano porteño se agrava con las deficiencias del sistema eléctrico: el 13 de marzo se registró el pico histórico de demanda eléctrica para un día hábil —superando la marca anterior, alcanzada tan solo tres días antes—, y más de 200.000 usuarios fueron afectados con cortes de luz.

Además, sobre este escenario se produjo una falla en el sistema interconectado, que dejó sin electricidad a 20 millones de personas, un 40% de la demanda nacional.

Números rojos

«Esta es la ola de calor más fuerte y extensa de la historia: llevamos 14 días y contando. Es una clarísima prueba de que la crisis climática es real y se escribe en presente«, indica la periodista Laura Rocha, especializada en cambio climático.

El diagnóstico de la investigadora parte de un dato insoslayable: el récord no se limita a la magnitud de las temperaturas registradas, sino que incluye también la duración del fenómeno.

«Esta es la décima ola de calor desde noviembre. Estamos teniendo más de dos episodios extremos por mes, con una duración de 13 días cada uno. Prácticamente estuvimos durante todo el verano bajo olas de calor. Es preocupante», afirma la comunicadora.

«No solamente las temperaturas máximas son más elevadas, sino que las mínimas no bajan de los 23 grados. Se vuelve insoportable», señala Rocha.

La lectura de la investigadora se verifica en los hechos: la ciudad de Buenos Aires superó el umbral de temperaturas máximas de ola de calor (32,3 grados) por dos semanas consecutivas. El récord anterior era de 11 días, y data de 2017.

Según Rocha, el impacto del agobiante verano echa luz sobre las desigualdades sociales. «La crisis climática pega de modo impactante a la inequidad: los que menos tienen no se pueden defender», apunta la especialista.

La posibilidad de cada habitante de lidiar satisfactoriamente con las casi inhóspitas temperaturas depende, en última instancia, de la clase social. «El efecto en la vida cotidiana varía. En los sectores acomodados las familias prenden el aire acondicionado y listo. Pero los más desprotegidos ni siquiera tienen acceso al agua corriente. La diferencia es dramática”, considera la investigadora.

@Sputnik

/Imagen principal: @foto archivo/

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