Las ventas en centros de consumo mejoraron entre un mes y otro, pero no a nivel interanual.
Según el INDEC, las ventas en supermercados cayeron 7,6% interanual en noviembre, pero crecieron 1,8% respecto del mes previo. Los supermercados apuestan a una mejora estable del consumo luego del primer trimestre. En tanto, por la baja de la inflación algunos proveedores ya mandan listas con actualizaciones trimestrales y aspiran a subas semestrales.
No fue un buen año para los grandes centros de consumo masivo. Desde noviembre de 2023, apenas confirmada la asunción del presidente Javier Milei, hasta marzo de 2024, fuentes del supermercadismo cuentan que la actualización de las listas de precios era frecuente y con valores poco sostenibles frente al deterioro que tuvieron los salarios en el primer trimestre.
Sin embargo, a partir de abril el Índice de Precios al Consumidor (IPC) volvió a ubicarse en la zona de un dígito, y los valores de los alimentos comenzaron a experimentar cierta estabilización, aunque partiendo de una base alta, producto del sacudón de los tres meses anteriores.
Es así que el INDEC marcó que en 2024 los bienes subieron 96%, mientras que los servicios lo hicieron un 189%, y el Gobierno se jacta de haber reducido la pobreza (en tanto compare los ingresos contra la suba de los alimentos).
Todo esto no alcanzó para revertir una situación que ya en enero del año pasado se mostraba desafiante: por caso, un empresario de una importante alimenticia explica que cerró 2024 con una caída de casi el 10%, en términos de volumen.
Para Ámbito, los supermercados apuestan a que una inflación en torno al 2% -o incluso perfore ese piso- consolide un fenómeno que de a poco se está esparciendo: la actualización trimestral de las listas de precios. Incluso en algunos centros de compra aspiran a que puedan subir de forma semestral.
De todos modos, los supermercados continúan con un nivel de consumo moderado por un consumidor “exigente”, aunque con buena predisposición ante oportunidades promocionales. Así, la oportunidad de ver niveles de consumo “más activos” podría llegar a concretarse “después del primer trimestre”, para encontrar en la segunda mitad del año “un panorama estabilizado que permita pensar algún crecimiento”, según proyecta una fuente.
Por otra parte, en los comercios de cercanía la situación es similar. Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros de PBA, los aumentos registrados a principios de 2024 no eran convalidados por los consumidores, pero se fueron aplacando hasta llegar a octubre, mes donde registró algunas bajas de precios.
“El año pasado pagábamos un kilo de azúcar a $1.400, hoy nos cuesta $900. Hay un montón de productos donde sucede lo mismo; galletitas, fideos, yerba, papel higiénico, había pegado una escapada importante y volvió nuevamente a bajar. No así con el aceite, que inexplicablemente aumentó entre un 7% y 9%.”, ejemplifica Savore.
“La perspectiva no es mala, incluso consideramos que si la inflación baja podemos aplicar algunos descuentos, pero la realidad es que enero y febrero son meses en los que la venta cae. Así que yo creo que la realidad la vamos a encontrar en marzo”, concluye el comerciante.
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