La participación del presidente Alberto Fernández en la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia del Brasil, el 1 de enero próximo, constituye uno de los puntos centrales de la agenda internacional del Gobierno nacional para 2023, no sólo por el impacto que la llegada por tercera vez del líder del Partido de los Trabajadores (PT) al Palacio del Planalto tendrá en la estratégica relación bilateral sino también por su gravitación en el futuro de la integración regional.
Aunque los integrantes de la delegación todavía están en definición, fuentes oficiales adelantaron a Télam, que el Presidente podría estará acompañado por el canciller Santiago Cafiero, mientras no se descarta que también viaje la primera dama Fabiola Yáñez.
El Jefe de Estado y la comitiva que lo acompañe serán recibidos en Brasilia por el embajador Daniel Scioli, quien pondrá la sede de la embajada argentina a disposición de la delegación presidencial.
Según se indicó, existe la posibilidad de que junto a Fernández también viaje el exmandatario de Uruguay, José Pepe Mujica, quien por invitación del presidente argentino podría subirse al avión que lo trasladará a Brasilia.
Un giro para la región
La llegada al Palacio del Planalto (sede del Gobierno Federal brasileño) de Lula, quien para Fernández cumplirá un liderazgo clave para «volver a unir a la región», significará además un giro en la posición geopolítica de Latinoamérica.
En el encuentro que Fernández y Lula mantuvieron en el Hotel Intercontinental de San Pablo, horas después de la victoria electoral del exgremialista metalúrgico, ambos líderes dialogaron sobre «cómo encarar en este tiempo la relación con Estados Unidos», según declaró en esa ocasión el presidente argentino en una entrevista con C5N desde Brasil.
Por otro lado, Brasil integra los Brics, el bloque de fuerte peso geopolítico y económico que comparte con Rusia, India, China y Sudáfrica, al que la Argentina busca incorporarse.
En ese sentido, para Fernández «con Lula tendremos un activista para que Argentina entre al Brics», la coalición de naciones que representa un tercio de la economía global, casi la mitad de la población del planeta, y aporta un 50% al crecimiento del producto bruto del mundo.
La posibilidad de que (como ocurrió en tiempos de Néstor y Cristina Kirchner) Brasil y Argentina vuelvan a coordinar posiciones comunes, tanto en foros internacionales como a nivel regional, permitiría avanzar en políticas integracionistas, ayudado por la presencia de Andrés Manuel López Obrador (México), Gustavo Petro (Colombia) y otros líderes de centroizquierda en países de América Latina y el Caribe.
/Télam
