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Opinión

EEUU-OTAN: armas, mercenarios e inteligencia a Ucrania y guerra comercial-financiera y cultural contra Rusia.

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La intención de esta nota es exponer elementos que no son los más mencionados o conectados entre sí por los medios masivos de este lado del planeta.
Es una interpretación a partir de las noticias que pueden corroborarse desde varias fuentes y no sobre un evento particular por más impactante que sea y siempre entendiendo que hoy lo esencial es evitar que la crisis humanitaria se agrave aún más de lo que está, que se llegue a un entendimiento entre las partes y se encuentre el punto por el cual millones de personas se beneficien de un cese de hostilidades, a sabiendas que la paz definitiva y la vida normal tardarán en llegar.

Occidente es parte del conflicto.

Por las noticias que se difunden y siguiendo los acontecimientos por diversas fuentes veo que desgraciadamente todo eso ratifica cada una de las afirmaciones del título de este artículo.  Veamos.

Un dato interesante y que se pasa por alto es que por parte de EEUU-OTAN, como co-actores y sostenedores necesarios de Ucrania en el conflicto con Rusia, no hay una sola propuesta desde antes del inicio la operación militar rusa hasta ahora que lleve a la desescalada, acuerdo de paz, negociación seria o garantías de seguridad para todo el continente europeo.
Las respuestas siempre han sido echar más leña al fuego, desoír de plano las peticiones rusas, presionar mediante sanciones comerciales-financieras y aumento del envío de armas, coordinación militar y despliegue de mercenarios a Kiev como respuesta para que Moscú haga un cese unilateral cuando desde el punto de vista bélico no está en una situación desfavorable.

Todo este paquete de medidas y presiones  sería más que comprensible si estuviese la contrapartida: negociemos seguridad de todas las partes con un acuerdo o seguimos con las sanciones y el empeoramiento de la situación militar. Públicamente eso jamás estuvo sobre la mesa y por lo tanto Occidente actúa como lo que es: un actor principal y necesario y lo esconde con una enorme hipocresía.

Diferentes autoridades estadounidenses y británicas han revelado al periodismo que la inteligencia militar trabaja estrechamente con Ucrania, lo que implicaría que no únicamente le brindan información sino que coordinan las acciones militares con el apoyo de satélites, comunicaciones y otras acciones. Ya la parte rusa había declarado antes del conflicto que los militares ucranianos estaban integrados al mando de la OTAN.

Gran parte de los países de la OTAN junto a EEUU están enviando armas, especialmente antitanques y antiaéreas, junto a drones y otro material bélico. Este flujo se desarrolla junto al envío de mercenarios encubiertos como “voluntarios” con pagas alrededor de los 3000 dólares mensuales según se manifestó en diversos medios y dicho por el propio presidente ucraniano. ¿Quién paga esto?.

A diferencia de otros escenarios bélicos, aquí los mercenarios se enrolan bajo bandera, es decir serán oficialmente parte de las fuerzas armadas de Ucrania.
Estamos hablando de gente que va de diferentes partes del mundo, incluyendo quienes combatieron en Siria, Irak y Afganistán, por ejemplo. 

Mientras, tanto desde la Unión Europea, EEUU y la OTAN dicen que no quieren enfrentarse a Rusia directamente, el riesgo de que algo salga de control es muy alto. Por ejemplo, hace un par de días un viejo dron soviético modernizado por Ucrania sobrevoló hasta caer en Croacia pasando sobre Hungría. Puede un misil de crucero ruso fallar, errar y caer en Polonia o Rusia atacar un convoy con armas de algún país europeo y que todo se termine de desmadrar. Ya advirtió que esos convoyes serán considerados objetivos militares.
El responsable de exteriores de la UE, Borrell, ya dijo que quieren ayudar a Ucrania todo lo posible pero hay que ver qué pasa si Rusia ataca a un país de la OTAN. Ya están planteando el tema.
El tema de los aviones reclamados por Zelensky, luego de que los rusos hayan aniquilado casi el 70% de su aviación y destruido la mayoría de sus aeródromos, es algo muy complejo. Si los aviones despegan desde una base de la OTAN y atacan a los rusos estos dijeron que devolverían el golpe y ya podemos imaginar lo que eso significaría: tercera guerra global.
El equilibrio es altamente inestable en cuanto a que el conflicto se restrinja a Ucrania y puede pasar cualquier cosa.

La enorme cantidad de sanciones sin registro alguno en la historia después de la segunda guerra hace que sea hasta imposible afirmar si hubo un área que no haya sido contemplada. Muchos dicen que la complejidad de su seguimiento es tal que es muy difícil que estas se cumplan y que eso ya ha sucedido.
Es sin dudas una guerra comercial y financiera contra Rusia, así lo entendieron desde el Kremlin según su vocero y el propio ministro de economía ruso aseveró que la mitad de las reservas están bloqueadas, unos trescientos mil millones de dólares. Está claro que impactan e impactarán en la economía y las finanzas, difícilmente Rusia logre el crecimiento que esperaba para este año y el incierto costo y destino de la guerra hace aún más indescifrable lo que sucederá.
Es importante decir también que no todos los países adhieren a estas sanciones y que varios buscan cómo mantener los vínculos comerciales o ampliarlos al ver una oportunidad de negocios ante la huida de Occidente del mercado ruso.
La historia siempre tiene dos lados, y así como hay crisis, también hay ventana para nuevos negocios. Es el caso del petróleo, puede Rusia vender menos, pero paradójicamente el desmedido aumento de los precios puede hacer que tenga mayor rentabilidad produciendo menos.
Las sanciones no siempre dan el resultado que se espera, los mercados tienen sus propias leyes en este caso. Por eso el presidente estadounidense, Biden, salió a pedir que los productores pongan más barriles de petróleo en el mercado para no beneficiar la maquinaria bélica de Putin con el alza de precios. Por eso ya negocian con Venezuela, además de Arabia Saudí y le piden a su pueblo comprensión por los aumentos.

En esta guerra, que es militar, financiera y comercial, no podía faltar el combate informativo y cultural. En este ámbito se pueden generar daños enormes a largo plazo, no por la propaganda de guerra y las noticias falsas que se diluyen cuando haya un “ganador”, sino por la elevación de discursos de odio étnico, con censura de medios y destrucción de todos los lazos con algo que sea ruso, incluida su cultura. Claramente esto lleva a potenciar un extremismo que se parece cada vez más con el totalitarismo fascista. El propio presidente turco dijo que es fascista el cómo se ataca la cultura rusa.
Que Facebook e Instagram permitan discursos de odio en Ucrania y otros países, que censuren todos los medios estatales rusos o que bloqueen o den de bajas cuentas no es precisamente algo que comulgue con la libertad de expresión y los pedidos de las Naciones Unidas de eliminar los discursos de odio. Es el camino elegido también por Google y Youtube. ¿Por qué impedir la transmisión de la televisión estatal rusa con canales como RT?. Existen miles de canales de youtube nazis y racistas y no pasa nada. ¿Es realmente porque Rusia es agresora o es algo más?. ¿Y la OTAN y EEUU en Afganistán, Yugoslavia, Siria, Libia qué fueron los agresores, qué pasó con sus medios ?.

Todo lo antedicho es para decir que este no es solamente un conflicto entre Rusia y Ucrania, sino que hay una guerra híbrida de Occidente con Rusia con un campo de batalla donde la sangre es rusa y ucraniana, pero no europea ni estadounidense.
Es como dice el presidente Serbio, el mayor conflicto bélico en Europa luego de la segunda guerra, pero no el mayor de ellos en el planeta. Hay que recordar que entre los  mayores estuvieron Vietnam y Corea, también con EEUU como actor principal.

Catástrofe humanitaria

Todas estas cosas expresadas de los intereses en pugna no pueden soslayar la enorme catástrofe humanitaria con un flujo de refugiados nunca visto desde la Segunda Guerra. Hay al menos dos millones y medio de ucranianos que huyeron del conflicto ahora en Europa, colapsando todos los sistemas de países como Polonia o Moldavia, incluso la propia Alemania advierte que ya no puede albergar más y más refugiados. Se estima que esta cifra se duplicará.
Hacia Rusia se han evacuado al menos doscientas cincuenta mil personas sin contar los casi dos millones desde el 2014 cuando se inició la guerra civil. Denuncian que no es mayor la cifra ahora porque Kiev no abre y no deja que se abran corredores humanitarios a Rusia en el este ucraniano. Es una postura al menos cruel ya que una cosa es evacuar a unos pocos cientos de kilómetros y otra hacer deambular por las zonas de batallas por cientos y cientos de kilómetros a miles de civiles para que sigan en Ucrania. No puede ser esto visto desde la mirada de la ganancia política o militar, sino de lo mejor para salvar vidas humanas.
Es un tema tan espinoso que hay opiniones cruzadas donde ambas partes se echan la culpa. ¿Quienes pierden?.

Tres puntos que podrían haberlo evitado, que aún son posibles,  y tres puntos que no permiten solucionarlo.

Si alguien se detiene un instante a mirar la película completa podrá ver que esta situación es muy posible que se pudiera haber evitado si se hubieran cumplido estas tres cosas:

1- Los tratados de Minsk sobre la guerra civil en Ucrania, que proponía autonomía a las repúblicas independentistas de Donetsk y Lugansk, reformar la constitución para ello, realizar plebiscito a tal efecto, retirar tropas y desmilitarizar el conflicto interno.
Kiev nunca hizo nada para cumplirlos, al contrario, desde hace 8 años los ultranazionalistas vienen atacando y bombardeando a los ucranianos rusoparlantes del Donbás. Ucrania ha prohibido el ruso, eliminado prensa opositora, cerrando canales, alimentando un discurso antiruso basado en lo étnico cultural. 

2- EEUU y la OTAN se hubiesen sentado a la mesa con Rusia y acordar un planteo de seguridad global para Europa y Rusia, considerando las inquietudes de todas las partes. Planteo al que adhiere y promueve ahora China, además. Esto incluiría alejar las bases militares de las fronteras rusas, eliminar misiles, sacar armas nucleares estadounidenses y desactivar la respuesta militar rusa a estas cuestiones que ve como amenazas a su seguridad. La tan mentada expansión de la OTAN. ¿Se imaginan si Rusia quisiera poner bases y misiles en Canadá o México?.

3- Que Europa hubiese tenido dirigentes de la talla de Merkel y hubiese negociado con Rusia y no someterse completamente a los pies de EEUU. Hoy es una perjudicada donde el único beneficiario es el poderío estadounidense, no solo por la ocupación militar de hecho (hay 100.000 tropas en europa más misiles, aviones, etc) sino por aceptar seguir una serie de sanciones económicas que dinamitarán la economía europea en beneficio de la de EEUU. El mejor ejemplo de esta sumisión es Alemania, que siente que su competitividad se verá afectada porque no contará con la energía barata rusa y esto elevará los costos de producción. China en silencio está agradecida de este favor inesperado.

Como contrapartida a los tres puntos anteriores observo que EEUU plantea otros sin mucho disimulo:

1- Intensificar y prolongar las sanciones, que le costarán más a Europa que a ellos, con el doble objetivo de ralentizar o destruir la economía rusa y propiciar un ambiente de malestar interno que haga probable una desestabilización política en Rusia.

2- No quiere acabar con el conflicto militar, sino mantenerlo lo más posible, uno de mediana o baja intensidad como lo que hizo en Libia, Siria o Afganistán. Le sirve de control al desgastar a su “enemigo” (Así es como considera a Rusia oficialmente en su doctrina militar) y alimentar con mucho dinero a su complejo militar industrial. La guerra es un negocio gigante, desde las armas y la acción hasta la reconstrucción y el saqueo de recursos.

3- No implicarse directamente, sino usar a otros como carne de cañón (guerra proxy o subsidiaria). En este caso los ucranianos, meros peones sacrificables en esta disputa hegemónica y geopolítica. Algo debe quedar claro, esta no es una guerra ideológica, no es capitalismo vs comunismo o los sinónimos que les quieran poner.

A modo de corolario.

Todo indica esta parte del conflicto Rusia-Ucrania no se detendrá hasta que los objetivos militares de una de las partes se cumpla. Sea que Rusia termine su “operación militar especial” y logre sus objetivos declarados de “desmilitarización y desnazificación de Ucrania”, léase destruir las fuerzas armadas ucranianas, su complejo militar industrial y la eliminación de los grupos ultranacionalistas de neto corte nazi que están en el ejército y la conducción política.
Por el lado de Ucrania es que logre con el apoyo de Occidente empantanar el conflicto, generar la mayor cantidad de pérdidas rusas posibles, estirarlo y llegar a un acuerdo a partir de esa posición fuerza. Es decir, una cierta rendición rusa, que por ahora se ve poco probable.
Y desde Occidente que la guerra comercial y financiera haga sucumbir a Rusia de tal manera que tenga el mismo impacto que una derrota bélica.
Está claro que aún cumplidos cualquiera de esos objetivos, y esperando que no se desate un conflicto más grande, el problema entre Occidente y Rusia continuará hasta que no se encare una cumbre EEUU-Rusia donde se realice un acuerdo amplio con garantías a futuro y que este se ratifique legalmente en cada país. Sin ello no habrá paz y ambos deberán negociar, veo poco probable la rendición total de alguno de los dos. Mientras, China sigue mirando atenta con un ojo puesto en Taiwan.

¿En que nos impacta a nostros?

En todo lo imaginable. Sobre llovido mojado con una inflación en EEUU creciente, con aumento de todos los precios de materia prima, energía y transporte a nivel global por el conflicto. Sumemos lo que se asumió como compromiso con el FMI y tenemos un tablero muy complejo.


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan

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Trump: propaganda electoral y delito

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El juicio penal que se desarrolla en Nueva York, en el que se acusa a Donald Trump (foto) de 34 delitos, expone el deterioro de las instituciones estadounidenses y la crisis del sistema político con el que pretenden aleccionar al resto del mundo. La trama del litigio exhibe las evidencias más explícitas del derecho a la impunidad y las combina con las licencias para mentir, corromper y engañar. La presentación de cargos realizada por la fiscalía de Nueva York, una semana atrás, busca ser utilizada por el precandidato republicano para victimizarse y transformar su lugar de acusado en un insumo para su campaña electoral. El sistema político estadounidense y el entramado judicial, mediático y de inteligencia que le dan cobertura se esmeran en ocular la tríada del poder real sobre el que se estructura su institucionalidad corporativa: el complejo militar-industrial, las trasnacionales y los fondos de inversión. Esos tres actores colectivos son los que –en última instancia– estarán encargados de rechazar o habilitar su candidatura.

Trump acumula más de treinta cargos en cuatro juicios. Dos de índole federal, uno en Georgia y el otro en Nueva York, donde se iniciaron las comparecencias de los testigos, la última semana, bajo la acusación de encubrimiento y falsificación de registros contables con el objetivo de ocultar sus vínculos extramatrimoniales con una actriz de cine porno y una modelo de la revista Playboy. La querella contra Trump, que se desarrolla en Manhattan frente a la presencia de doce jurados (siete varones y cinco mujeres), se inició con la jura de estos últimos el viernes 19 de abril. El asistente del fiscal Matthew Colangelo fue el encargado, el lunes subsiguiente, de presentar los cargos ante el juez y el jurado, advirtiendo que: “El acusado orquestó una trama criminal para adulterar las elecciones presidenciales de 2016. Luego encubrió esa conspiración criminal falsificando sus registros comerciales para sobornar y silenciar a quienes podían ensuciar su campaña electoral en 2016”.

La acusación contra el ex mandatario incluye la compra de voluntades mediáticas para tapar irregularidades propias, y operaciones para mancillar la reputación de sus competidores políticos. En la última semana, declaró como testigo el ex director de la revista National Enquirer, David Pecker, quien asumió la responsabilidad de haber sobornado a la modelo de Playboy Karen McDougal para encubrir su romance con el entonces candidato republicano. El mismo director de la publicación fue el encargado de asumir la responsabilidad por abonar 30 mil dólares al portero de la Trump Tower, para evitar que trascendieran los encuentros con dos docenas de mujeres.

En otro tramo del juicio, el magistrado Juan Manuel Merchán tomó nota de cómo el entonces abogado del acusado, Michael Cohen, transfirió 130 mil dólares a la actriz de cine pornográfico Stormy Daniels para garantizar su silencio. Pecker asumió frente al jurado que sus publicaciones ejecutaban el denominado “periodismo de chequera”, consistente en ensalzar o encumbrar a los aportantes y, al mismo tiempo, demonizar a sus contendientes, una operación naturalizada y usual al interior de las corporaciones propagandísticas de Occidente, que no pareció causar estupefacción entre los periodistas acreditados ante el tribunal.

La tergiversación informativa sobre la que se monta gran parte del show mediático estadounidense –del que América Latina también es tributario– incluye el protagonismo de las redes sociales. El magistrado dispuso varias órdenes de silencio a Trump para evitar el hostigamiento y el asedio a los jurados, los fiscales y sus familiares, impulsado desde su plataforma Truth Social. Trump atacó en dos oportunidades a la hija del juez Merchan y –según la fiscalía– violó en diez oportunidades la discreción exigida. La defensa del acusado, ejercida por Todd Blanche, apeló la medida argumentando que su cliente solo había reposteado textos de terceros.

Trump fue declarado culpable, durante el último año, en tres juicios civiles, sin que estos procesamientos interfirieran en su candidatura: se lo condenó a pagar 355 millones de dólares por inflar el valor de sus propiedades, se le impuso el pago de cinco millones de dólares de indemnización por abuso sexual contra la columnista Jean Carroll, y se lo multó en 85 millones de dólares por difamación y calumnias contra esta última periodista.

Donald Trump se jactó años atrás de que podía dispararle a alguien en la Quinta Avenida sin que eso llevara a la pérdida de capital electoral. A fines de la década del 20 del siglo pasado, un cabo del ejército alemán escribió: “No importa en absoluto si se ríen de nosotros o nos vilipendian… si nos representan como payasos o criminales; lo principal es que nos mencionen, que se preocupen por nosotros una y otra vez…” . Sin embargo, fue Marco Tulio Cicerón quien probablemente caracterizó con mayor precisión la etapa histórica que atravesamos: “Cuanto más cerca está la caída de un imperio, más locas son sus leyes”. 

@Página12

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Opinión

Una vid con frutos asegurados

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Por monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo

Un diálogo imaginario con una flor nos puede conducir a reflexiones profundas. Te copio unos pocos renglones del Capítulo 18 del libro El Principito, de Saint-Exupery.

“—¿Dónde están los hombres? —preguntó cortésmente el principito.

La flor, un día, había visto pasar una caravana.

—¿Los hombres? No existen más que seis o siete, me parece. Los he visto hace ya años y nunca se sabe dónde encontrarlos. El viento los pasea. Les faltan las raíces. Esto les molesta.”

Este diálogo, ambientado en el desierto, entre la flor y el Principito, nos muestra una ponderación acerca de la carencia de raíces. La flor había visto pasar una caravana y pensaba que los hombres iban de un lado y para el otro llevados por el viento. Podríamos decir estar sin Patria; “y esto les molesta”, observa la flor. En la Biblia muchas veces aparece la peregrinación en contraposición con lo que es andar errante, sin rumbo. El castigo de Caín por haber matado a su hermano consistió en caminar sin sentido fijo. En la peregrinación, en la procesión hay una meta, un lugar adonde llegar para un encuentro. Y, en definitiva, para nosotros es la Vida eterna.

Echar raíces nos da pertenencia. El Evangelio que proclamamos este fin de semana nos presenta la alegoría de “la vid y los sarmientos” (Jn. 15, 1-8). Esta imagen que utiliza Jesús es para hablarnos de Él, y de nosotros en relación con Él. Nos describe una realidad muy cercana a la tierra sanjuanina. Vemos viñedos en forma habitual en nuestros caminos y al contemplarlos podemos entender bien la enseñanza de Jesús.

Él nos dice: “Yo soy la Vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer”. (Jn. 15, 5)

Fijémonos entonces, que hay una mutua permanencia. El Señor permanece en nosotros por medio de la fuerza del Espíritu Santo y nosotros en Él por adhesión también del amor. En esta imagen de la vid y los sarmientos, puedo entender que yo soy con otros, y con otros en el Otro.

Pero no es una cuestión estática, como si se tratara de colocar un jarrón sobre la mesa. Es un permanecer vital, dinámico, con el movimiento que nos da el amor.

Podríamos decir que esta imagen de la vid y los sarmientos complementa la que veíamos el fin de semana pasado del vínculo entre el Pastor y el rebaño. Ambos pasajes evangélicos nos muestran cómo la fe rompe la soledad. La Pascua nos lleva a establecer vínculos con otros, nos libera del aislamiento.

La Palabra de este domingo tiene una fuerte impronta comunitaria y, a su vez también, nos muestra que separados del Señor y de la comunidad, caemos en la esterilidad, en no dar frutos al secarse la vitalidad de la rama. 

Jesús Resucitado nos reanima en la misión de la Iglesia. El Espíritu Santo nos impulsa a la comunión y a la cercanía cordial con todos los que sufren.

El próximo miércoles celebramos a los hombres y mujeres del mundo del trabajo. Te comparto unos párrafos escritos por el Beato obispo y mártir Enrique Angelelli el 1 de mayo de 1975: “Se hace muy doloroso ganar el pan de cada día; nos cuesta arrancar del corazón el egoísmo para hacernos plenamente hermanos; nos cuesta mucho poder sumar todas las manos, como pueblo, para construir juntos esta tierra de bendición (…) Cristo quiere una Rioja no resignada sino plenamente libre y feliz. La Rioja reclama de todos nosotros, gobernantes y pueblo, superar toda división y todo egoísmo individual y de grupos para hacerla una tierra donde el amor no sea una palabra para enamorados simplemente, sino la meta de nuestro trabajo concienzudo por lograr ser verdaderamente un pueblo que se quiere, es solidario y nadie abusa del otro”.

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Opinión

Jorge Elbaum cuestionó el apoyo de Javier Milei a Israel: “Está involucrándose de forma irresponsable”

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“En vez de ser neutral, está sobreactuando un aspecto ideológico, Milei no entiende lo que son los intereses de nuestro país”, añadió el sociólogo y primer presidente del Llamamiento Argentino Judio.

El Presidente Javier Milei mostró su completo apoyo hacia Israel tras el ataque sufrido desde irán, sin embargo, hay varias cuestiones a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo lo que se refiere a un alineamiento bélico. Es por eso que para desarrollar este tema en profundidad, Canal E se comunicó con el sociólogo y primer presidente del Llamamiento Argentino Judio, Jorge Elbaum.

“La justicia argentina, específicamente la sala de la Cámara de Casación, no se expidió sobre la causa del atentado, sino sobre la causa del ocultamiento del mismo, en el cual fue llevado a juicio y condenado el juez de instrucción de la causa Galeano”, comentó Jorge Elbaum. “Esa es la causa en la cual 3 jueces de casación se expidieron”, agregó.

No se llevaron a cabo las testimoniales del caso AMIA

Posteriormente, Elbaum planteó: “Uno de ellos sugirió, por fuera de la causa de su tratamiento, referirse a otra causa, específica del atentado, que no ha habido juicio hasta ahora porque no se llevaron a cabo las testimoniales de los 8 acusados”. Luego, manifestó que, “estamos viendo un alineamiento político estratégico muy irresponsable por parte del Gobierno argentino, ya que cualquier vinculación estratégica bélica tiene que ser decidida por el Congreso”.

El Gobierno argentino hace un alineamiento y una sobrevaloración muy irresponsable, llamando al representante diplomático de Israel a presenciar una reunión de gabinete, en el marco de un alineamiento que Argentina históricamente no posee”, sostuvo el entrevistado. “Argentina, tradicionalmente, busca la paz, ha sido un ejemplo de no alineamiento, salvo en la época de Menem”, complementó.

El desconocimiento de Milei sobre lo establecido en la Constitución

Por otro lado, el sociólogo señaló: “El tema no es si Milei toma la decisión como Presidente de hacer una alianza diplomática, el problema es que está participando de una situación de guerra y no estaría mal en el caso de que fuese una decisión tomada por el Congreso”. A su vez, remarcó que, “lamentablemente, el Presidente desconoce la Constitución y se toma atribuciones que tendrán que ser juzgadas”.

El Presidente no puede establecer los alineamientos que está realizando en términos bélicos, apoyando a aquellos países como Israel y Estados Unidos, que son los que votan en contra de Argentina en los foros internacionales relativos a Malvinas”, expresó Elbaum. “En vez de ser neutral, está involucrándose de forma irresponsable, sobreactuando un aspecto ideológico, Milei no entiende lo que son los intereses de nuestro país”, concluyó.

@Perfil.

/Imagen principal: Archivo/

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