Connect with us

Sociedad Sucesos

45 años de la Carta Abierta de Walsh a la Junta Militar: Una pieza clave de la historia argentina

Published

on

Se cumplen 45 años de la aparición de la «Carta abierta de un escritor a la Junta Militar«, un texto clandestino y singular en el que el escritor y militante montonero Rodolfo Walsh denunció a los protagonistas del golpe militar de 1976, en el primer aniversario de gobierno de facto, que le costara la vida.

Rodolfo Jorge Walsh nació en Choele Choel (Lamarque, Río Negro) el 9 de enero de 1927. Es reconocido como escritor pionero de la novela de no-ficción por su libro «Operación Masacre» y es además el autor de la «Carta abierta de un escritor a la Junta Militar», distribuida el 25 de marzo de 1977, día en que un grupo de tareas de la dictadura lo acribilló e hizo desaparecer su cuerpo agonizante.

Se discutió en la crítica literaria argentina si «Respiración Artificial» de Ricardo Piglia, una novela en clave, era la novela sobre la dictadura. Otros quieren ver representada la época en «Últimos días de la víctima», la cual según su autor, el recientemente fallecido José Pablo Feinmann, también contaba en clave la oscura época de la Argentina.

La «Carta abierta de un escritor a la Junta Militar», calificada por Gabriel García Márquez como una «obra maestra del periodismo«, es la pieza central para comprender esa época aciaga de la Argentina.

Comienza así: «La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi 30 años».

Ante la censura, en 1976 Walsh había creado Ancla (la Agencia de Noticias Clandestina), junto a otros militantes y periodistas. La agencia era una cadena informativa que emitió más de 200 cables que circulaban de mano en mano. En ese año murieron su amigo, el poeta Paco Urondo y su hija Victoria.

La carta abierta dice en el segundo párrafo: «El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades».

El escritor y periodista sabe que su escritura es violenta y que genera violencia. «En 1964 decidí que de todos mis oficios terrestres, el violento oficio de escritor era el que más me convenía«, ya explicaba.

Los cuentos que integran su «ciclo de los irlandeses» dan cuenta de esto: «Irlandeses detrás de un gato», «Los oficios terrestres» y «Un oscuro día de justicia», experiencias de su paso, luego de la llegada en Buenos Aires en 1941, por el colegio pupilo de curas irlandeses Fahy de Moreno.

Los dos primeros fueron publicados en «Un kilo de oro» (1967) y el tercero, de forma independiente, en un pequeño libro en 1973, en la «colección mínima» de Siglo Veintiuno, junto a un reportaje realizado por Ricardo Piglia en marzo de 1970 titulado «Hoy es imposible en la Argentina hacer literatura desvinculada de la política».

En esos cuentos el enfrentamiento y la tensión entre dos bandos son los ejes centrales. En ellos se puede ver la lucha constante entre antagonistas donde el violento oficio de escritor se trastoca en el oficio de escribir violento. Walsh opta por un recurso clásico para señalarlo dentro y fuera de la literatura. En cada cuento se encuentra una síntesis de la vida argentina, ya sea en un pueblo o en la gran ciudad.

El autor de no ficciones narrativas como «¿Quién mató a Rosendo?» cursó un par de años de la carrera de Letras en la Universidad Nacional de La Plata pero dejó la carrera para trabajar. Sus otros oficios terrestres fueron el de obrero, oficinista en un frigorífico, lavacopas, vendedor de antigüedades y limpiador de ventanas, hasta que antes de ser mayor de edad comenzó a trabajar como corrector en la editorial Hachette.

En la «Carta a la junta…» Walsh no se calla y da a conocer, pormenorizadamente, las acciones clandestinas de los militares genocidas: «Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror», escribe en uno de los párrafos.

Y más adelante agrega: «La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparece en los testimonios junto con la picana y el submarino, el soplete de las actualizaciones contemporáneas».

Dos nombres llamativos -dentro de ese oficio implacable que es la escritura para Walsh- tienen las piezas teatrales que en 1965 publicó: «La granada» y «La batalla». En este mismo año publicó el libro de cuento «Los oficios terrestres» que incluye su obra maestra «Esa mujer», considerada por algunos críticos como el mejor cuento de la literatura argentina.

En los párrafos finales de su carta, Walsh menciona a un viejo conocido: «Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S. Steel y la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete».

La pistola 22 que dispara Walsh contra el grupo de tareas comandado por Alfredo Astiz y Jorge «Tigre» Acosta cuando es emboscado en la esquina de San Juan y Entre Ríos, en la ciudad de Buenos Aires, es mucho menos letal que las palabras que había escrito.

Se lee en los últimos párrafos: «Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados, no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las tres Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aun si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de 20 años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas».

Y finaliza: «Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles».

Rodolfo Walsh es el representante de la represión salvaje ejercida por la dictadura instalada en 1976. En su figura, en esta carta, está inscrita la resistencia intelectual a las armas y los métodos utilizados por la Junta. En sus palabras, a pesar de la estetización de la violencia, no se ocultan las ideas de libertad y en ellas emerge la respuesta de los genocidas.

Sociedad Sucesos

Irlanda se prepara para exhumar casi 800 bebés y niños muertos

Published

on

A 11 años de la denuncia sobre el ocultamiento de los maltratos y las muertes de niños en albergues católicos para madres y embarazadas no casadas, Irlanda se prepara para desenterrar a las víctimas.

Este lunes en Irlanda comenzaron los preparativos para exhumar 796 niños y bebés de una fosa común descubierta hace más de 10 años en donde funcionaba un antiguo albergue religioso para madres solteras y embarazadas no casadas cerca de Dublin.

Los desentierros comenzarán a realizarse desde el próximo mes de julio, pero el tema ya tiene más de 10 años en la agenda pública local. Es que en 2014 la historiadora irlandesa Catherine Corless comprobó que muchos niños (desde recién nacidos hasta los 9 años) fallecieron en el albergue religioso Santa María del Buen Socorro de Tuam, en la ciudad de Galway, a 200 kilómetros de la capital del país europeo.

La búsqueda comenzada por Corless certificó que los cuerpos habían sido enterrados en la antigua fosa séptica de la institución. A pesar de la destrucción en 1972 de este espacio que trabajaba con madres embarazadas no casadas, la fosa séptica se mantuvo intacta en las últimas décadas.

Los primeros datos

Luego de la alarma encendida por la historiadora, se encontraron restos de bebés humanos allí entre 2016 y 2017. Por este motivo el gobierno irlandés llamó a la creación de una comisión nacional de investigación que develara los maltratos contra las madres y sus niños causados en estos hogares.

Los resultados de la comisión fueron expuestos en 2021 y destacaron que había niveles «alarmantes» de mortalidad infantil en este tipo de albergues. Estas instituciones existieron en Irlanda desde 1922 a 1998, por ellas pasaron 56 mil mujeres y 57 mil niños y fallecieron 9000 chicos.

Las mujeres embarazadas por fuera del matrimonio eran enviadas a estos hogares por pedido del Estado nacional irlandés y de la Iglesia Católica, que eran los mismos que gestionaban estos espacios. En estos lugares las mujeres daban a luz a sus hijos y luego eran separadas de ellos, quienes finalmente eran dados en adopción.

«Cuando comencé este proyecto nadie me quería escuchar. Suplicaba: saquen a los bebés de estas cañerías, hay que ofrecerles el entierro cristiano digno que se les negó» explicaba Corless, la historiadora irlandesa de 71 años.

La historia del terror irlandés

El lugar sobre el que Catherine Corless encontró los cientos de certificados de defunción era llamado «El Hogar», fue dirigido desde 1926 hasta 1961 por las monjas de la hermandad Bon Secours y pretendía recibir a las madres solteras que necesitaran ayuda. 

Sin embargo, la historiadora argumentaba ya en 2014, año en que comenzó a descubrirse esta verdad, que el gobierno de Irlanda ocultaba al menos 4000 certificados de defunción de los bebés que pasaron por este albergue y que fueron enterrados en fosas sin identificar. Si bien se habían descubierto restos humanos en ese lugar en 1975, no fue hasta la denuncia de Corless que se relacionaron ambos hechos.

En los documentos a los que accedió la historiadora ya se advertía que la mayor parte de la mortalidad infantil encontrada había ocurrido por tuberculosis, infecciones, partos prematuros y defectos de nacimiento. Sin embargo, una inspección gubernamental de 1944 ya había destacado la malnutrición en varios de los 271 chicos que habitaban el lugar junto a sus 61 madres solteras.

Además, cabe aclarar que estos no habrían sido los únicos maltratos que tuvieron lugar en estos centros religiosos. Algunas monjas emprendieron un camino de negocios privados, como el de las Lavanderías de la Magdalena, que funcionaron entre 1922 y 1996, donde varias mujeres padecieron un régimen de semiesclavitud y abusos.

Un informe oficial del 2013, año anterior al de los primeros descubrimientos de Corless, indicaba que las principales causas por las que las madres solteras acudían a estos lugares eran el rechazo de padres adoptivos, abusos familiares, deficiencias físicas o psíquicas, actitudes «inmorales», pobreza y orfandad.

Si bien en su momento los líderes religiosos de Galway negaron conocer lo sucedido y se comprometieron a recaudar fondos para homenajear a los 796 bebés fallecidos con un monumento, el único que fue certero en sus dichos había sido el arzobispo de Dublin, Diarmuid Martin.

El responsable de la arquidiócesis de Dublin advirtió que “si no se establece una investigación sobre las cuestiones de gran preocupación que rodean este asunto, será importante que se desarrolle un proyecto de historia social que ofrezca una imagen precisa del papel desempeñado por esas casas de acogida”.

/P12

Continue Reading

Sociedad Sucesos

Reportan más de 100 fallecidos en un accidente aéreo en la India

Published

on

Un avión de pasajeros se estrelló en una zona residencial cercana al aeropuerto de la ciudad de Ahmedabad en la India, informó el portal de noticias ‘ABP’. De acuerdo con autoridades locales, unos 242 pasajeros estaban a bordo. Según reportes, más de 100 personas se fallecieron.

El Boeing 787 Dreamliner siniestrado llevaba más de 200 personas a bordo, reportó la cadena NDTV. El avión, que supuestamente pertenece a la compañía Air India, realizaba un vuelo de Ahmedabad a Londres, pero se estrelló durante el despegue, detalló.

Según datos preliminares, al menos 133 personas murieron en el accidente aéreo. Hay sobrevivientes del accidente, informa el canal NDTV, publicando videos de las víctimas llegando al hospital.

Ente las víctimas mortales podrían estar más de 20 estudiantes, ya que la aeronave cayó sobre el techo de una residencia para médicos, precisa la agencia de noticias ANI.

«Se cree que más de 20 estudiantes murieron en un accidente aéreo en Ahmedabad. El avión se estrelló contra el edificio de la residencia de la Facultad de Medicina BJ», escribe la publicación.

Las autoridades de aviación indias confirmaron que 242 personas, entre ellas dos pilotos y 10 miembros de la tripulación, se encontraban a bordo. Los pilotos hicieron una llamada de auxilio al control aéreo, poco después del despegue, indicaron.

«Había un total de 242 personas a bordo del avión, incluidos dos pilotos y 10 miembros de la tripulación. El vuelo estaba comandado por el capitán Sumeet Sabharwal y el primer oficial Clive Kundar. El capitán Sumeet Sabharwal es teniente coronel, con 8.200 horas de vuelo. El copiloto tenía 1.100 horas de vuelo», informaron.

Mientras tanto, la empresa Air India confirmó que la aeronave accidentada le pertenece. A bordo del avión viajaban 169 indios, 53 británicos, siete portugueses y un canadiense, detalló la aerolínea.

La señal del avión estrellado desapareció «menos de un minuto» después del despegue, precisa el portal Flightradar24.

/Sputnik

Continue Reading

Sociedad Sucesos

Picada mortal de Ruta 40: las cámaras del CISEM muestran la carrera ilegal y cómo pasa en rojo la conductora del auto

Published

on

La mujer que chocó con el motociclista Máximo Tanten, Natalia Colquer, será investigada por homicidio culposo agravado. Mientras que el otro motorista, Ezequiel Garay, por realizar picadas ilegales con la víctima fatal.

Un vídeo de las cámaras del CISEM confirma lo que los investigadores venían sospechando de la tragedia en calle Mendoza y calle 10 en Pocito. Esta tragedia ocurrió en medio de una picada ilegal. Dos personas quedaron en la mira de la Justicia: Natalia Colquer por el delito de homicidio culposo agravado por pasar en rojo. Mientras que, Ezequiel Garay, por hacer picadas ilegales.

Además de confirmar que se hacía una carrera ilegal, las cámaras también muestran que Colquer (conductora del Honda Fit) pasa el semáforo en rojo, es decir, que paso en un momento que no debía hacerlo.

/SJ8

Continue Reading

Continue Reading